lunes, 10 de agosto de 2009

Locura



Habiendo visto la verdad suprema,
abierta ante mis ojos, luna llena.
Si ni mi rostro a desnudar alcanzo,
perdida la batalla de antemano,
sin sacar las espadas de sus vainas,
ni la flecha del arco disparada.

Como la herrumbre puede a la armadura,
así el tiempo marchita la hermosura.
Del castillo las piedras van cayendo,
las torres se desploman con desprecio,
Desprecio que despierta a la tristeza,
tristeza que te deja de una pieza.

Y así mi alma se conserva pura,
para que la consuma la amargura.
Ese amor del que me confieso esclavo,
de el desdén nuevamente atormentado,
me declaro culpable ya sin duda,
del amante afligido, fiel locura.

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